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domingo, 6 de febrero de 2011

Colócate la máscara, hoy toca luchar.


"Buenos días, princesa", te encantaría escuchar de sus labios esta mañana. Sin duda alguna, eso te daría las fuerzas que te faltan para levantarte hoy, y las que te sobran para llorar mañana. Mil y una vueltas en la cama, sin él, sin valor a levantar las mantas, con miedo a helarte en el intento. Pero llega un punto en el que te sientes realmente estúpida al pensar así. ¿Quién dijo que existieran los príncipes? Nadie te debe nada, o eso te gusta pensar. "Son menos las decepciones", piensas. Miras al techo y te pasan los últimos días por la mente, en forma de diapositivas. Examinas cada gesto, mirada, caricia, carcajada... Y sonríes. No quisieras sonreír, pero es lo que sientes. Ya no hay marcha atrás. Te puede costar caro pero, ¿y lo bien que duermes desde aquéllo? Abrazas la almohada, pensando en que es otro alguien no tan inerte. Y no puedes evitar imaginar los despertares de toda tu vida junto a él, mientras oyes un "buenos días, cariño", de tu padre a tu madre. Te emociona incluso, porque cosas así alimentan la llama esperanzadora de tu interior para creer en el amor verdadero, en el que es para siempre, independientemente de peleas insignificantes e insustanciales que no, no cambian absolutamente nada. Que después se mirarían arrepentidos y se fundirían en un beso que parece susurrar "lo siento, te quiero". Han pasado dos horas desde que abriste los ojos para dar la bienvenida a este soleado día, y puede que hoy no esté él para salvarte del mundo, pero te tienes a ti misma, imperfecta pero guapa, delante del espejo. Te queda la ilusión y esperanza de que tú puedes un poquito más. Sabes que a veces te toca ser la heroína de tu propia historia, y no te piensas rendir. Quizás la meta no sean sus labios ni su amor, pero el final sabrá a felicidad de haber conseguido ponerte la máscara y salir a retar al mundo. Si en el fondo lo sabes, él también ha pensado en ti, al menos un instante.

B.


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Es lo que hay, no puedo dejar de sonreír, aunque por dentro aún quede miedo.
La fotografía es de la sesión que hice ayer con Irina. Estuvo espectacular ;)
Y, por último, una canción a la que me he viciado y, cómo no, ha sido la inspiración.
http://www.youtube.com/watch?v=KR5zTOiK1OQ

3 comentarios:

  1. esta es la forma buena de verlo todo, me ha encantado el texto, y la foto... EXPECTACULAR!!

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  2. Simplemente me encanta!!!.

    Soy de las que piensa que tu vida solamente te pertenece a tí, aunque a veces decidamos compartirla con una persona a la que consideramos importante.
    Y esos gestos y detalles, que compartimos siempre quedaran en el recuerdo. Yo no se si existe el amor verdadero, pero si el amor propio y por ello siempre miro adelante.

    Pero esto sólo es un simple comentario XD

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  3. Cada uno tiene que ser su propio héroe, pero no sólo a veces... sino siempre, porque a salvarte no va a venir nadie. Mucha gente te puede ayudar, pero sólo tú te puedes salvar. (Filosofía de veinte duros. Jajaja).

    El relato ha quedado guay, y la foto mola! ;)

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